lunes, 6 de febrero de 2017

MÓDULO II. LA LENGUA COMO PARADIGMA DE LA COMUNICACIÓN



LAS LENGUAS Y SU ORIGEN

Teorías más difundidas sobre el origen de las lenguas

Son muchas las teorías propuestas e investigadas, pero las que resaltan de muchas son las siguientes:

  •  Los lingüistas apoyan una teoría de la onomatopeya que sostiene que los seres humanos comenzaron a hablar imitando los sonidos de su entorno; particularmente los producidos por los animales, o de forma general los emitidos por la naturaleza. 

  •  Los filósofos de la Antigüedad consideraban que el origen radicaba en los que los sonidos eran similares a lo que se quería representar, por tanto y en un principio, su teoría se vincula a la dada por los lingüistas, sin embargo, a partir del siglo XVIII, será el pensador y filósofo G. Wilhelm Leibniz quien afirme que, a partir de esa imitación natural que representaba la realidad, se cree una lengua de la que derivan las actuales (lo que se denomina monogénesis). 

  •  Los religiosos consideran que el origen del lenguaje lo otorgó Dios a Adán para que fuera el único animal racional que tuviera la capacidad de dar el nombre al resto de los seres y realidades del mundo. 

  •  Los estudiosos evolucionistas concuerdan en que el lenguaje apareció por la necesidad de comunicarse. Habría un primer lenguaje de la época Neandertal que iría evolucionando a la actual con el Homo sapiens.


 A pesar de las innumerables investigaciones realizadas, no se sabe con certeza cuándo y cómo nació el lenguaje, esa facultad que el hombre tiene para comunicarse con sus semejantes, valiéndose de un sistema formado por el conjunto de signos lingüísticos y sus relaciones y pese a que muchos investigadores tratan de echar luces sobre este misterio, sus resultados no pasan de ser más que meras especulaciones. Bickerton, D. (1990) 

Especulaciones que al menos por el momento no se saben si tendrán un final positivo que dé lugar a la resolución del tema. Desde el punto de vista antropológico no cabe duda de que el lenguaje articulado es una de las manifestaciones principales que separan al hombre de los animales (lo racional frente a la irracionalidad). Bickerton, D. (1990)

 Al ser humano le sirve el lenguaje para comunicar sus pensamientos, sentimientos y/o sensaciones, los animales también realizan una comunicación de sus sensaciones con lo que algunos llaman pseudolenguaje pero por medios instintivos y no bajo el dictado de su conciencia. Además, los animales no pueden planificar sus acciones porque, su conducta, al ser instintiva, se basa en un esquema de reflejos condicionados e incondicionados; mientras que la conducta humana, por el contrario, sí es capaz de planificarlas. Bickerton, D. (1990) La conciencia o pensamiento del hombre, relacionado con el lenguaje, ha sido otro objeto de disputa entre las diversas áreas de conocimiento. La capacidad de pensar y hablar para unos son actos innatos o genéticos (teoría que sostiene el nativismo), para otros, por el contrario, esas capacidades son adquiridos y no innatos ni genéticos. Bickerton, D. (1990) 

Los empiristas, que sostienen que son caracteres aprendidos, consideran que el niño aprende el idioma mediante una conducta operante determinada por factores externos. Para nativistas del Gestalt el registro idiomático es un “don biológico” con el que nacemos, aunque no nieguen que el entorno social perfile e influya en él. Esto significa que no se puede explicar desde el conductismo, sino desde la perspectiva biológica. 
Para el pensador y lingüista norteamericano N. Chomsky ("gramática generativa"), el idioma es una especie de computadora que funciona automáticamente, como los procesos de asociación antes de pensar. Chomsky plantea la teoría de que el niño tiene una programación genética para el aprendizaje de su lengua materna, cuya construcción sintáctica está ya programada en el cerebro. 

Lo único que hace falta es aprender a adaptar esos mecanismos gramaticales al léxico y a la sintaxis, que, en el fondo, es una variante de una gramática que es común para todas las lenguas, pero no por ello tuvo que existir, como se ha dicho en la teoría religiosa, una lengua común y universal. Lo innato para este estudioso es la gramática idiomática programada en el cerebro humano. Su teoría ha intentado ser rebatida con la afirmación de que las diferencias y diferentes gramáticas existentes entre los idiomas es la prueba clara de que el lenguaje es adquirido por medio de aprendizaje. Jablonski, N.G. y Aiello

 A dicha crítica, Noam Chomsky responde que dichas diferencias gramaticales sólo se presentan en la estructura superficial pero no en la profunda (en ella se advierte una gramática válida para todos los idiomas). Cada individuo al nacer posee una gramática universal que con el contexto social y el tiempo se convierte en una gramática concreta, particular. 

Además, existe una concepción que interrelaciona y concilia ambas posturas.

Para esta corriente el lenguaje es producto de factores innatos y adquiridos. De ahí que el estudio del desarrollo idiomático del individuo es tratado no sólo por la psicolingüística, sino también por la sociolingüística, que estudia cómo el idioma influye y es influido en la interrelación existente entre el individuo y el contexto social, habida cuenta que el lenguaje, además de ser un código de signos lingüísticos, es el acto de expresar ideas y sentimientos mediante la palabra; más todavía, cuando el lenguaje es el primer patrimonio familiar que recibe el recién nacido, a quien le acompaña desde la cuna hasta la sepultura, y es una herencia que transmite a sus descendientes. Bickerton, D. (1990)

De todo lo planteado aquí sobre el origen del lenguaje lo único cierto y no debatido ni rebatido por ninguna escuela ni pensamiento es precisamente eso: en palabras de Francisco De Quevedo, sea cual sea su origen, el lenguaje nos acompaña desde “la cuna a la sepultura”, provenga de donde provenga. Además, y a modo de conclusión es de recibo afirmar que el lenguaje es la producción y percepción de un idioma, y que éste evoluciona en la medida en que lo hace la especie humana. El surgimiento del primer idioma o lengua aún es un enigma, pero con certeza sabemos que surgió de un primer idioma y que fue evolucionando y cambiando con el paso del tiempo en cada región del planeta, hasta llegar a los idiomas y lenguas que conocemos actualmente. Bickerton, D. (1990) 

Está escrito en el Génesis. "Sólo había una sola lengua sobre toda la tierra. Unos hombres dijeron: construyamos una torre cuya cumbre alcance el cielo; pero el Señor dijo: así sólo formarán un solo pueblo y hablarán una sola lengua; bajemos a meter la confusión en su lenguaje, de manera que no se comprendan más". (Antaki Ikram 2002) 

Una de las mayores preocupaciones actuales de los lingüistas es saber si, en el origen, todos los humanos han utilizado una misma lengua. Para responder a esta pregunta habrá que descubrir dónde, cómo y cuándo el hombre empezó a hablar. Hoy los anatomistas saben simular, sobre la computadora, el funcionamiento del conducto vocal del homo sapiens, mientras que los genetistas rastrean las primeras migraciones gracias al análisis molecular. Los simios pueden ayudarnos a descifrar este enigma de cómo las lenguas se han diversificado sobre el planeta. Primero, la anatomía ha tenido que hacer posible el lenguaje. La posición erguida, salto decisivo a la bipedia, se caracteriza por una amplificación considerable de la contracción craneofacial, la desaparición definitiva de las protuberancias suborbitales y del prognatismo del rostro. El mantenimiento del agujero occipital en posición inferior modifica la morfología general del cráneo, el rostro y la mandíbula inferior. Las capacidades del cráneo se desarrollan, el rostro se reduce, la dentadura se transforma. Jablonski, N.G. y Aiello 
Aparece un resultado inesperado, causado por la contracción craneofacial: la palabra articulada se vuelve posible. El volumen de la faringe, que sirve como caja de resonancia y permite la modulación de los sonidos, es determinado por la posición de la laringe. Esta se encuentra sujeta a la bóveda craneana por músculos y ligamentos. Hacia los dos años, el movimiento del cráneo jala el agujero occipital hacia adelante, dobla el techo de la región respiratoria y hace bajar la laringe. Y el niño comienza a hablar. Jablonski, N.G. y Aiello 

Ya existe el instrumento, no el arte de su uso; existe la naturaleza, no la necesidad. A lo largo de la historia, las grandes migraciones jamás han cesado. Hoy siguen, bajo formas diversas, y podemos imaginar un mestizaje de todas las poblaciones del mundo que adoptarían una lengua única. Sería entonces la realización de un sueño aterrador: la vuelta hacia la humanidad primigenia que precedió a la Torre de Babel. Los paleoneurólogos saben reconocer, en las huellas dejadas por el cerebro en el interior de la caja craneana, la prueba de la existencia, en la corteza de las áreas de Wernicke y de Brocca, de las cuales depende el lenguaje. Pero también se necesitan una lengua, una boca, una garganta de tamaño y formas precisas, por lo que fueron estudiadas formas del tractus vocal de los simios y del hombre a fin de deducir los sonidos que el uno y el otro pueden emitir. La laringe demasiado alta, la cavidad bucal alargada, la forma de la lengua muy parecida a la del chimpancé, no permitían que el australopitecus, ni siquiera el homo habilis y el homo erectus, pronunciaran sonidos claros, articulados y distintos. La existencia en el cerebro de homo habilis del área de Brocca no prueba que pudiera hablar: esta zona no tenía, forzosamente, la misma función que la actual. Nichols, J. (1998)

 Fragmentos de la investigación presentada por: Cari Camercoa, Mario A. Vilca Teves, Edgar Cruz Huaco y Milton Diego Urquizo UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ – AREQUIPA, 2013

   
 LAS LENGUAS EN EL MUNDO 

 Los recuentos que se han hecho de las lenguas que se hablan en el mundo raramente coinciden; mientras la base de datos Ethnologue (Summer Institute of Linguistics, Dallas, Texas, 1996) proporciona cifras que oscilan entre 6.700 y 8.370, al incluir lenguas extinguidas, otros investigadores como David Dalby (Global Language Register, 1997) las sitúan en más de 10.000. Esta oscilación obedece a que un elevado número de lenguas no tiene representación literaria, muchas son simples variantes dialectales, un porcentaje muy alto se halla en proceso de desaparición o de asimilación y un buen número de lenguajes para ciegos y sordos, jergas profesionales o étnicas y variantes híbridas o pidgin quedan o no recogidos por los distintos informadores. Pinker, S. (1997) 

 Algunas lenguas apenas tienen hablantes, y éstos suelen ser ancianos; otras se hallan restringidas al ámbito religioso; muchas han dejado de ser maternas y han sido relegadas a un segundo plano como lenguas subordinadas de otras de mayor prestigio y uso. Las denominaciones de las lenguas o variantes dialectales de las que se tiene noticia alcanzan la cifra de 40.000, ya que muchas son conocidas por varios nombres o reciben el de las etnias que las hablan. Pinker, S. (1997) 

 La extraordinaria riqueza lingüística de Oceanía (1.365 lenguas) no guarda proporción con su reducida población (28,690.000 habitantes) y extensión territorial (8,970.000 kms2 de superficie emergente, la mayor parte ocupada por Australia). Lo más sorprendente es que sólo en la isla que comprende la parte occidental de Nueva Guinea (antigua Nueva Guinea holandesa,  hoy Irian Jaya, bajo el dominio de Indonesia) y la República de Papúa Nueva Guinea (antes Nueva Guinea australiana) se hablan 1.075 lenguas (256 y 819 respectivamente), ligeramente por debajo del número total de las que se hablan en las tres Américas (1.269), cuya extensión geográfica (42,000.000 kms2) es cinco veces superior, siendo su población (738,718.000 hab.) catorce veces la de Oceanía. Por su parte, África y Asia alojan un cuerpo lingüístico similar (2.674 y 2.567 respectivamente), si bien la población de Asia (3.285,910.000) es cinco veces la de África (662,000.000 hab.). Europa (709,978.000 hab.) tiene una población parecida a la de África, aunque su densidad demográfica se halla muy por encima de la de este último continente, sobre un territorio tres veces más pequeño (10,500.000 kms2) y con un inventario de idiomas cinco veces inferior (462). La dimensión territorial de América y Asia es semejante; pero mientras la población asiática cuadruplica la americana, la lingüística es sólo el doble.

 Con arreglo al número de habitantes, la proporción entre el número de lenguas que se hablan en Europa y Asia es algo inferior en Europa. Pero si, en un ejercicio de lingüística ficción, la población de Oceanía fuese la misma que la de Asia y el número de lenguas que se hablan en Oceanía fuese proporcional a la población actual de Asia, allí se hablarían nada menos que 156.300. En la misma línea, tomando la población de Asia como punto de partida, podemos establecer parecidas proporciones respecto de una hipotética distribución de las lenguas en el mundo: en África se hablarían 13.272, en las Américas 5.586 y en Europa 2.152.  Cabe preguntarse de dónde procede tan enorme diversidad y cuál debió ser la situación en el pasado, habida cuenta que muchas lenguas ya han dejado de existir merced a las políticas genocidas y glotocéntricas de las distintas tribus, naciones y gobiernos a lo largo de la historia de la humanidad, y también a causa de la inestabilidad interna de todas las lenguas, cuya evolución es constante; Jenofonte, por ejemplo, necesitaría hoy un intérprete para seguir la conversación de un hablante de griego moderno. Pinker, S. (1997)

 Los argumentos que podemos emplear, aunque resulten insatisfactorios e incluso hirientes para algunos lingüistas, siguen a cierta distancia una línea darwinista: la introducción de los sistemas de escritura y las tendencias universales hacia la selección y potenciación de modelos lingüísticos unitarios y uniformistas, sobre todo tras la aparición de la imprenta, pueden haber limitado la capacidad de evolución de los sistemas tradicionales de comunicación verbal. 

 Asimismo, los grandes movimientos migratorios del pasado -pongamos por caso los gitanos, salidos de la India en el siglo XIII o XIV- se han reducido en los últimos mil años, contribuyendo de esta manera a fijar las fronteras modernas, estabilizar sus respectivas comunidades y, por ende, sus lenguas. Un mayor grado de aculturación puede guardar cierta correlación negativa con la fragmentación lingüística. Como contraste, el aislamiento, hasta fechas relativamente recientes, de las comunidades caucásicas, amazónicas, subsaharianas y papúes respecto de los modelos culturales europeos es un claro marcador de su diversidad lingüística. La pluralidad de las Américas responde a la distribución etnolingüística precolombina; el desembarco de Colón dio comienzo a una etapa de exterminio lingüístico que, con toda probabilidad, finalizará en un par de siglos. Igualmente, las grandes corrientes religiosas -sobre todo las monoteístas como el islam, el cristianismo o el judaísmo- con su labor universalista y unificadora, han forzado el empleo de una lengua común para sus fieles, relegando a los vernáculos a una función marginal y profana. El cristianismo mantuvo esta política al menos hasta la Reforma; pero mientras el latín ha seguido siendo el vehículo oficial de comunicación de los católicos con su divinidad hasta hace unas pocas décadas, por el contrario, la liturgia protestante contribuyó sustancialmente al desarrollo de los vernáculos. Actualmente los misioneros ponen un gran empeño en aprender las lenguas indígenas como punto de encuentro con sus fieles, participando directamente en la codificación de las lenguas verbales mediante la traducción de la Biblia y los Evangelios y la elaboración de diccionarios y gramáticas. La labor de Mihalic en Papúa Nueva Guinea con sus manuales de tok pisin ha sido considerable. Sólo cabe lamentar el fallecimiento de este misionero. Pinker, S. (1997)

 En otro orden de cosas, hay lugares muy poco productivos desde un ángulo lingüístico y otros extraordinariamente fértiles. Dos países de extensión similar a la de España como Papúa Nueva Guinea y Camerún presentan cifras lingüísticas y demográficas muy distintas: en España, con 504.750 kms2 y 39,250.000 habitantes, se hablan 14 variedades lingüísticas; en Papúa NG (462.840 kms2 y 4,599.785 hab.) nada menos que 817; y en Camerún (475.442 kms2 y 12,522.000 hab.) 286. En Nigeria (923.768 kms2 y 113, 828,587 hab.) se hablan 478 idiomas, mientras que en Bangladesh (144.000 kms2 y 127,567.002 hab.) sólo 35. Como contraste, en Méjico (1,972.550 kms2 y 81,237.000 hab.) aparecen registradas 289 lenguas; en Irian Jaya (412.981 kms2 y 1,641.000 hab.) 256; en la India (3,287.590 kms2 y 984,003.683 hab.) 407; en Australia (7,686.850 kms2 y 18,613.0877 hab.) 236; en Zaire (antes República Democrática del Congo, con 2,344.885 kms2 y 49,000.511 hab.) 221; y en Myanmar (antes Burma, con 678.500 kms2 y 47,305.319 hab.) 110. En el lado opuesto observamos que en Bielorrusia (207.600 kms2 y 10,409.050 hab.) sólo se habla 1 lengua; en Chile (756.950 kms2 y 14,787.781 hab.) 10; y entre las dos Coreas (219.020 kms2 y 67,651.183 hab.) 3 nada más. Pinker, S. (1997) Las diez primeras lenguas del mundo, por el número de hablantes naturales, son el chino mandarín (885,000.000), el inglés (322,000.000), el español (266,000.000), el bengalí (189,000.000), el hindi (182,000.000), el portugués (170,000.000), el ruso (170,000.000), el japonés (125,000.000), el alemán (98,000.000) y el chino wu (77,175.000).

LA LENGUA, SU NATURALEZA Y USO
Lenguaje, lengua y habla
a) Lenguaje
Por su naturaleza, el lenguaje humano es definido como un sistema de reglas a través de las cuales se relaciona significantes y símbolos que permiten la transmi­sión de conocimiento y cultura, la interacción humana y la vida en sociedad. Es la capacidad que tenemos de trasmitir información y de intercambiar con otros seres humano empleando recursos muy particulares. En el caso de la lengua, el lenguaje es oral o escrito, pues son las únicas formas que tenemos de usar la palabra. O la escribimos o la pronunciamos. Nos expresamos a través de la palabra oral o escrita.
El lenguaje y sus funciones
En la actividad comunicativa, el lenguaje cumple diferentes funciones, Jakobson distingue seis momentos de comunicación que corresponden a con los seis fac­tores básicos de todo acto comunicativo: La función referencial centrada en el re­ferente, es la función por la cual nos referimos al mundo, tiene un peso notable en la mayoría de los actos de comunicación, pero no es la única. La función emotiva o expresiva opera cuando el emisor se toma como auto – referencia; en ello, las interjecciones juegan un papel fundamental. La función conativa pone en juego al destinatario y se pone en evidencia en los imperativos como ¡Cierra la puerta! La función fática se centra en el canal, se manifiesta en la intención del interlocutor por mantener ocupado el canal y llamar la atención del interlocutor; se logra, en algunos casos, a través de monosílabos como bien…, bien…; si…, si… entre otros. En esta función poética la comunicación más importante radica no en el conteni­do sino en el mensaje mismo, en su forma. La función metalingüística se fija en el código, los interlocutores intentan definir al código, Así la expresión María es un sustantivo propio está en función metalingüística.

En base a estas funciones se intentó elaborar una clasificación del discurso de acuerdo a la predominancia.


 Referente
 F. Referencial


                                                      Emisor                 Mensaje               Receptor          
                                                     F. Expresiva          F. Poética             F. Conativa


 Canal
 F. Fática


Código
Metalinguística

 b) Lengua
La lengua como realización del lenguaje refleja cómo los grupos sociales interpre­tar su realidad e interactúan en ella. Es el espacio en el que las diferentes culturas expresan sus formas de pensar, sentir y actuar, por ello se constituye en patrimo­nio de un grupo social determinado. Es el producto social de la capacidad de ex­presarse y comunicarse (lenguaje) que posee el ser humano. Al ser un producto social, la lengua se constituye en torno a un conjunto de normas o convenciones socialmente aceptadas que determinan su organización como sistema.
Sin bien, de lo anterior, se deduce que cada lengua tiene su propia organiza­ción, cabe recalcar que cualquier sistema lingüístico se organiza en una serie de unidades que lo componen y combinan unas con otras para formar unidades mayores.
Las unidades mínimas que forman las lenguas son los fonemas. Por ejemplo, /s/, /o/, /a/, /k/, que constituyen un repertorio reducido y cerrado (unas pocas decenas; en español, veinticuatro). Sin embargo, la combinación de estos escasos elementos permite construir miles de palabras y producir un número ilimitado de mensajes.
Los fonemas se combinan entre sí para formar unidades mayores con significa­do, como, por ejemplo, las palabras. Combinando los fonemas /s/, /o/, /a/, /k/, podemos formar saco, cosa, asco, caos, ocas, caso.
Las palabras se agrupan y combinan entre sí para formar unidades que expresan una idea: los enunciados La oración “Dentro del saco había dos rocas, por ejem­plo,” es un enunciado.
Combinando enunciados se pueden obtener otras unidades de comunicación, ce­rradas e independientes: los textos.
Asimismo, la lengua entendida como sistema, se halla formada por varios niveles:
Nivel fónico: constituye el primer grado en la descripción de una lengua, pues se ocupa de las unidades más pequeñas del sistema: los sonidos. Esta descripción se lleva a cabo en dos disciplinas complementarias:
o La fonética, que estudia el aspecto físico, material, de los sonidos.
o La fonología, que estudia los fonemas de la lengua.
Nivel morfológico: en este nivel se analiza la forma de las palabras a partir de aquellos de sus componentes que poseen un significado léxico o gramatical.
Nivel sintáctico: el nivel sintáctico responde al estudio de las combinaciones de palabras. Las palabras se agrupan en sintagmas, y éstos, en enunciados.
Nivel semántico: este nivel se centra en el significado.
Nivel pragmático: Centra su atención en el uso. Se preocupa de las reglas de uso de la lengua
En el uso de la lengua funcionan todos estos niveles.
     c) Habla
Llamamos habla a la lengua en uso, es decir al sistema en funcionamiento, que al­canza su realización cuando los miembros de una comunidad lingüística comien­zan a comunicarse, al hacerlo el sistema abstracto entra en acción; se vuelve con­creto y se adapta a toda una serie de aspectos externos que condicionan su uso.
sistema que hace posible la comunicación humana; como al sistema de sonidos creados por una comunidad lingüística particular para relacionarse entre sí e intercambiar significados; y como habla a la realización de este sistema social que es lengua. (López, Enrique. 1993. Pág. 31)
     d) Actos de habla
Actos de habla, son aquellas acciones verbales que producen un mutuo entendi­miento y que se realizan cooperativamente. Nuestra actividad lingüística en gene­ral es un tejido hecho de actos de habla: en la interacción cotidiana afirmamos, aseguramos, negamos (actos asertivos); o pedimos, suplicamos, damos órdenes (actos directivos); o expresamos diferentes emociones (actos expresivos). Cada una de estas acciones es un acto de habla.
Es decir, los actos de habla son acciones que se ejecutan por medio del lenguaje en esencia por medio de enunciados que producen interacción social en situacio­nes de comunicación. Ahora bien, estos actos rara vez ocurren aisladamente, en forma independiente, lo que se encuentra generalmente son textos complejos que realizan secuencias de actos de habla cumpliéndose las exigencias de cohe­rencia y cohesión, típicas de los textos bien formados.
Los actos de habla a su vez comportan tres actos:
El acto locucionario: Está constituido por el mensaje y el código que organiza la materia lingüística desde el punto de vista fonológico, sintáctico y semántico. La locución conlleva propósito o elocución. El conocimiento del código y la capacidad para producir, interpretar mensajes forma parte de las habilidades lingüísticas
El acto ilocucionario: Es el propósito que persigue el emisor así al expresar cier­tas palabras en un contexto determinado. Este propósito queda evidenciado en el mensaje, que contiene una clase especial de discurso, según la intención que persigue el emisor. Este elemento no h a sido tenido en cuenta anteriormente en el acto de habla, pero su importancia ha sido rescatada por la lingüística textual. por ejemplo: hacer una pregunta, dar un orden, dar una disculpa etc.
El acto perlucionario: Es el efecto producido en el receptor por el acto locuciona­rio e ilocución por ejemplo: miedo, alegría, entusiasmos. Es un acto no lingüístico y convencionalizado, que escapa al control del emisor. Este efecto está determina­do por los valores. Intereses y visión del mundo del receptor
Lengua, cultura y sociedad
El término cultura ha sido definido desde diferentes visiones y criterios. En algunos estamentos se concibe a la cultura como un cúmulo de conocimiento, derivando de
esta concepción, el criterio discriminador de “persona inculta” frente a la “persona culta”. En una mirada etnográfica, Edward Tylor, hace más de un siglo, definió a “la cultura o civilización como un complejo que incluye el conocimiento, las ciencias, el arte, la moral y otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad” (en Kahn, J.C. 1975. Pág.10). Posteriormente, en marco de la antropología crítica, Ward Goodenough define a la cultura en estrecha rela­ción con el lenguaje y la sociedad. Concibe a ésta como un producto del aprendizaje humano que se desarrolla en las interacciones sociales, “cultura es todo lo que re­quiere saber y creer el ser humano en una determinada sociedad, de manera que le permita proceder de una forma que sea aceptable para los miembros de dicha sociedad. Asimismo, puntualiza que “la cultura es la forma que tienen los objetos de la realidad en la mente de la comunidad y los modelos de la misma para percibirlos, relacionarlos e interpretarlos” (en Caicedo, Max. 1991. Pág. 67). Por consiguiente, las ideas de Goodenough se oponen a criterios del pasado que postulan la existencia del conocimiento cultural a causa de razones biológicas hereditarias.
Estudios realizados en Latinoamérica y nuestro país durante la década de 1990 a 2000 definen a la cultura, como “el conjunto de conocimientos, técnicas, compor­tamientos y pensamientos que el ser humano aprende y transmite de generación en generación”. (UNICEF. 1996. Pág. 22) Incorpora, de esta manera, un elemento fundamental en los procesos de aprendizaje de la cultura: la importancia de las expe­riencias y saberes de los adultos en ese proceso. Asimismo, según estos estudios, la palabra cultura hace referencia tanto a las reglas, actitudes, valores, costumbres, idiomas productos concretos como a una concepción del mundo y una forma de vida que los miembros de una cultura comparten.
En nuestro país, UNICEF define a la “cultura como el conjunto de conocimientos y téc­nicas que cada grupo posee y que les necesario para vivir en su ambiente” (UNICEF, 1998. Pág.26) En Bolivia, país multicultural y plurilingüe, cada sociedad posee una cultura y ésta es la respuesta de generaciones de hombres a problemas que se les presentan en el transcurso de su historia. Por ejemplo, en los Andes los campesinos quechua – aymara desarrollaron una agricultura completamente adaptada al tipo de ambiente como el terreno andino presentaban muchas pendientes, resolvieron el problema a través de la modificación de las laderas construyendo terrazas de tierra decrecientes: los Andenes. En cambio, en las zonas tropicales como los problemas son de otro tipo por eso, las respuestas deben ser diferentes.
Desde esta concepción, la experiencia con los objetos y eventos del entorno socio­cultural hace que las personas formen sus conceptos acerca de éstos, aprendan a utilizarlos y descubran cómo hacer cosas nuevas. Entonces, lo que se aprenden son las percepciones, los conceptos y las habilidades necesarias en relación con su uso; es decir, se aprende todo un cúmulo de conocimientos con el objeto de realizar actividades que cumplan las normas socioculturales de sus compañeros en la comunidad. En la realización de estas actividades juega un papel fundamental la lengua.

Una lengua no sólo es una tupida red de complejas relaciones gramaticales sino algo que le sirve a la persona para hacer algunas cosas con las palabras en diferentes contextos de comunicación. “Somos lo que hablamos y nos hablan” (Reyes. G. 1990. Pág. 14). De ahí que aprender una lengua es aprender a usarla no solo de manera correcta sino también adecuada a las características del contexto interpersonal y social en el que tienen lugar los intercambios lingüísticos entre las personas.
El lenguaje que un individuo aprende y comparte con los otros individuos de la comu­nidad está íntimamente ligado con los significados de los conceptos que él aprende durante el proceso de socialización; es decir, que el lenguaje al proporcionar los ele­mentos lexicales que le dan significación a los distintos conceptos, se constituye en el factor fundamental para transmitir y adquirir conocimiento. De ello, se desprende la intrínseca relación que existe entre lenguaje, sociedad y cultura la cual se constru­ye desde el conocimiento.
En conclusión, el vínculo entre lengua, cultura y sociedad se expresa de manera con­tundente “La lengua de una sociedad es un aspecto de su cultura y la relación de la lengua con la cultura es la relación de la parte con el todo.” (Goodenough, 1975. En Lomas C, 1999- Pág. 171).
Lengua e identidades culturales
En el uso de una lengua el hablante no sólo construye oraciones y transmite sig­nificados sino también, a la vez muestra en sus formas de hablar una serie de indicios lingüísticos acerca de su identidad sociocultural. Sus palabras expresan quién es, cuál su origen geográfico, su edad, sexo, a qué clase social pertenece y cuánto capital cultural posee. “El uso de una lengua es un espejo de la identidad sociocultural de la persona y de los pueblos.” (Lomas C, 1999- Pág. 169).
Variedades lingüísticas
La noción de variedad lingüística se refiere a las diferentes manifestaciones del lenguaje representadas principalmente en lenguas, dialectos y estilos.
El objetivo de la lingüística es el uso lingüístico. Esto implica que se presta una atención especial a los agentes de ese uso – los hablantes – los usuarios de la lengua son considerados como miembros de comunidades de habla y una de las características esenciales de la comunidad de habla es su diversidad lingüística. La sociolingusitica centra su interés en la diversidad de usos lingüísticos que constituyen el repertorio verbal de cada comunidad de habla y en la determina­ciones socioeconómicas que condicionan el acceso a los registros de uso (Tusón, 1991. Pág. 51- 53)
Al observar el uso lingüístico, lo primero que salta a la vista (o, mejor al oído) es la diversidad, la variedad de dialectos, registros o estilos. Por lo tanto, la diversidad
se entiende como algo intrínseco a la lengua en tanto son usadas y en segundo lugar se hace imprescindible tomar en consideración a los usuarios de la lengua, a los hablantes.
Tipología de variedades lingüísticas
Variedades geográficas. Los cambios de este tipo pertenecen a la variación dia­tópica y consisten en que existen variantes en la forma de hablar una misma len­gua debidas a la distancia geográfica que separa a los hablantes Así. por ejemplo, en La Paz denominan refresco al objeto que en Santa Cruz llaman soda, en Bolivia nombran caldera a la cosa que en Chile dicen
A estos cambios de tipo geográfico se les llama dialectos (o más propiamente geolectos) y, a su estudio, dialectología. Es importante aclarar que este término no tiene ningún sentido negativo, pues, erróneamente, ha sido común llamar dia­lecto a lenguas que supuestamente son “simples” o “primitivas”. Se debe tener presente, ante todo, que todas las lenguas del mundo, desde el punto de vista an­tropológico, sociológico y gramatical, se encuentran en igualdad de condiciones y ninguna es más evolucionada que otra. Por eso, es ilógico afirmar que una lengua es mejor que otra.
Los dialectos son, entonces, la forma particular con la que una comunidad habla una determinada lengua. Desde este punto de vista se suele hablar del aymara de los Urus, inglés británico, del inglés australiano, etc. Sin embargo, hay que tener presente que los dialectos no presentan límites geográficos precisos, sino que, al contrario, se ha visto que estos son borrosos y graduales. De ahí que se considere que los dialectos que constituyen una lengua forman un continuo dia­lectal sin límites precisos. Muchos suelen decir que una lengua es un conjunto de dialectos cuyos hablantes pueden entenderse entre sí. Sin embargo, esto puede ser aproximadamente válido para el español, no parece serlo para el alemán, ya que hay dialectos de esta lengua que son ininteligibles entre sí. Por otro lado, estamos acostumbrados a hablar de lenguas escandinavas, cuando, en realidad, un hablante sueco y uno danés se pueden entender usando cada uno su propia lengua.
En lo que respecta al español, tradicionalmente se ha considerado que existen dos variedades generales: el español de España y el español de América.
Variedades sociales. A este tipo de variaciones se les llama también diastráti­cas y comprenden todos los cambios del lenguaje producidos por el ambiente en que se desenvuelve el hablante.2 Dentro de este ámbito, interesa sobre todo el estudio de los sociolectos, los cuales se deben a factores como la clase social, la educación, la profesión, la edad, la procedencia étnica, etc. En ciertos países donde existe una jerarquía social muy clara, el sociolecto de la persona es lo que define a qué clase social pertenece. Ello supone, por supuesto, una barrera para la integración social.
Variedades situacionales. Conocidas también como variaciones diafásicas, este tipo de variantes involucra cambios en el lenguaje a partir de la situación en que se encuentra el hablante. Como se sabe, no hablamos igual en una fiesta de ami­gos que en una actividad religiosa. Desde este punto de vista, lo que provoca el cambio es el grado de formalidad de las circunstancias. El grado de formalidad se entiende como la estricta observancia de las reglas, normas y costumbres en la comunicación lingüística.3
Tomando en consideración este factor, los especialistas hablan de la existen­cia de diversos registros o estilos. De este modo, los enunciados “A los que estaban allí les entró risa cuando oyeron lo que les dijo el que hablaba” y “Las palabras emitidas por el conferenciante suscitaron la hilaridad del auditorio” difieren en su registro. Los hablantes, al momento de expresarse, deben elegir un registro adecuado a la circunstancia en que se encuentra. No existe acuer­do en cuanto a cuántos y cuáles tipos de registros existen. Por lo general, se distinguen los siguientes: solemne, culto o formal, estándar, profesional, colo­quial, vulgar y jergal.
En muchas regiones de América, el uso de los pronombres vos y usted se en­cuentran dentro de este tipo de variación, pues el primero se utiliza en contextos informales, mientras que el segundo se usa en situaciones formales. Así, todos somos susceptibles de ser interpelados con vos o con usted dependiendo del evento en que nos encontremos.
Las variedades pueden ser distinguidas, además de por su vocabulario, por dife­rencias en su gramática, fonología y prosodia. Por ejemplo, la adaptación de las palabras extranjeras.
Los vulgarismos, mientras que los argots pueden ser incluidos tanto en el concep­to de variedad como de estilo.
Lengua y lenguas: Bilingüismo y plurilingüismo
Como se dijo anteriormente, la lengua es una realización del lenguaje y constitu­ye el patrimonio de un grupo social determinado. Es por esto que se dice que la lengua es un producto social de la capacidad de expresarse y comunicarse. En la actualidad se hablan en el mundo unas cinco mil lenguas que tiene centenares de hablantes. Una se utilizan a escala internacional y otras se usan tan solo en los ámbitos locales.
En la mayoría de las comunidades del mundo se hablan varias lenguas. Casi nun­ca una comunidad de habla es una comunidad monolingüe, por el contrario, en casi todas las comunidades de habla se hablan en mayor o menor medida dos o más lenguas por esta razón el bilingüismo y el plurilingüismo es un hecho sociolin­güístico y cultural innegable. Cuyo estudio interesa a diversas disciplinas.
El bilingüismo ha sido definido como el dominio pleno, simultáneo y alternativo de dos lenguas. Bloomfield 1993 define como “el dominio nativo de dos lenguas” En un sentido estricto, se considera bilingüe a aquel hablante que reúna un conjunto de condiciones como ser: desde su nacimiento ha oído hablar dos lenguas en su casa; la socialización y los procesos de aprendizaje se producen en las dos lengua sin predominio de una sobre la otra; finalmente, el ámbito en que se mueve la per­sona es también bilingüe, de modo que ambas lenguas alternan en los mismos medios ninguna de las dos lenguas resulta marcada afectivamente más que la otra . Un individuo que creciese en estas condiciones se acercaría en grado máxi­mo, al nivel de bilingüe ideal. Correlativamente, una comunidad compuesta por estos individuos sería una comunidad perfectamente bilingüe
En las comunidades en que se habla varias lenguas como Bolivia, Estado plurina­cional, no pueden ser calificados simplemente de bilingües o trilingües sino deben ser considerados como plurilingües. En estos casos cada lengua recubre una por­ción territorial, por lo que cabe hablar de áreas lingüísticas diferenciadas dentro de un estado y las lenguas podrán ser oficiales en el ámbito general.

Lengua, poder, desigualdad y diglosia

El origen sociocultural de cada hablante condiciona su acceso a una u otra va­riedad lingüística, como también lo es que la variedad lingüística utilizada por las clase acomodadas e ilustradas se constituye en las comunidades de habla en la variedad normativa y en el modelo de lengua al que deben aspirar el resto de las personas de esta manera quienes ostentan el poder imponen ( a través de la es­cuela, de la norma lingüística , medios de comunicación t de ciertos estereotipos culturales sobre los usos lingüísticos de los hablantes) una determinada variedad lingüística como lengua legítima, otorgando beneficio de distinción social a quie­nes la utilizan de manera adecuada y sancionada a quienes usan otras variedades ilegitimas (Bourdiau,1979 y 1982. En este contexto, quienes por su origen socio­cultural, su estatus y su nivel de instrucción tienen un capital lingüístico abundan­te están en condiciones de utilizar la lengua para subrayar su jerarquía social en los intercambios comunicativos con otras personas, salvo que su voluntad no sea la del ejercicio de poder y la manipulación sino de la cooperación en la construc­ción compartida del significado.
Lengua, poder y desigualdad aparecen en consecuencia íntimamente entrelaza­dos. Cualquier cultura tiene que ver con poder, con categorías de dominación o marginación ideologías acompañantes e intereses políticos y económicos, por esta razón se puede hablar de culturas dominantes y marginadas (respectiva­mente dominadas)

Con frecuencia la coexistencia de lenguas es fruto de factores históricos como la conquista de un pueblo “el castellano y el inglés desplazaron buen número de lenguas amerindias”; pero también se produce por la presión cultural y económi­ca. La diglosia implica una evaluación de dos lenguas en términos de rango social: lengua A (o “alta”) y lengua B (o “baja”) a las que se asigna diferentes funciones. La lengua A será la que se utilice en los actos públicos, en los contactos comerciales, en la enseñanza en los grandes medios de comunicación y en la rotulación de los espacios urbanos; mientras que la lengua B quedará relegada al ámbito de las relaciones familiares, de los festivales folclóricos y con algo de suerte tendrá algu­na presencia en revistas y emisoras locales.  Así la lengua A es propuesta como patrimonio común y vehículo de cultura, en cambio la lengua B suele ir camino de la extinción al verse reducida a una función social irrelevante pese a ser la lengua propia del pueblo.
La defensa de la lengua B será posible sólo si se muestra como vehículo de cultura y accede a la enseñanza en todos sus niveles y a los poderosos medios de comunicación, para lo cual es indispensable que cuente con una base social fuertemente consiente en el terreno lingüístico, y orgullosa de su identidad como pueblo. En este sentido juega un papel decisivo lo que J. Tussón (1985: 292) llama como “Lealtad lingüística”.
Lengua y pensamiento
Desde las aportaciones de las ciencias cognitivas se concibe al lenguaje y al pensa­miento como procesos paralelos, es decir que la adquisición y desarrollo del lenguaje implica procesos de pensamiento.

    Adquisición del lenguaje
Cuando el niño, en el proceso de adquisición de su lengua materna, combina palabras para formar mensajes, se pone en evidencia no sólo su capacidad lin­güística cada vez más sofisticada sino, principalmente se muestra que puede organizar mentalmente su realidad de la misma manera que un adulto. El orden y la coherencia en la expresión ilustran la manera en que el niño puede organizar sus experiencias de manera coherente y representarla a través de la expresión lingüística.
El hecho de que organice su realidad por medio del lenguaje ha llevado a algunos autores a opinar que la adquisición del lenguaje por parte del niño constituye una progresiva conquista cognitiva de la realidad. El niño adquiere su lengua materna a medida que se apropia de su mundo y lo descubre, capta intelectualmente su entorno. Cuando éste usa palabras para denominar determinados objetos o ac­ciones no sólo habla, sino que los reconoce, los identifica y los define como parte de su mundo.
Por otro lado, se debe recordar que la lengua que el niño recibe de su medio so­ciocultural recoge una experiencia colectiva que se remonta hasta tiempos inmemoriales. El niño al llegar a la escuela expresa su visión de la realidad y su actitud frente a ella a través del uso que hace de la lengua.    
    Desarrollo del lenguaje
En el desarrollo del lenguaje juegan un papel fundamental los factores sociales, debi­do a que la lengua como acción socio-comunicativa es fruto de la interacción entre el organismo y el entorno cultural. “El ser humano construye, en su relación con el medio físico y social, esquemas de representación y comunicación que ponen las bases para el desarrollo de las funciones psíquicas superiores mediante una interio­rización gradual que a la postre deriva en pensamiento” (Lomas. C. 2006: 46-47)
El acento en el origen sociocultural de los procesos psicológicos superiores (Vygotsky, 1977 y 1979; Luria, 1979) y en la ligazón entre aprendizaje, desarrollo y los contextos de relación interpersonal muestran que el desarrollo del lenguaje no se sujeta tan sólo a estructuras innatas sino a instrumentos que regulan con­ductas y controlan los intercambios comunicativos.
     En síntesis, hablar una lengua implica adquirirla y desarrollarla en interacciones socioculturales y procesos de pensamiento. Es decir que hablar no es sólo cono­cer las reglas del lenguaje ni aprender usarlas en sus contextos de producción y recepción sino también poner en ejercicio el pensamiento.
           Conocimiento y uso de la lengua
El hablante se sirve de patrones que se manifiestan en el uso de la lengua de su comunidad lingüística. Estos patrones que hacen correcto un mensaje se llaman norma lingüística que tiene un carácter impositivo, es decir obliga al hablante a usar reglas lingüísticas concretas. La norma crea, en la comunidad de hablantes la con­ciencia de “hablar bien o hablar mal”. El conocimiento de estas normas desarrolla las habilidades en el uso de la lengua
La norma establece un ideal que sirve de pauta y clasifica como registros los dife­rentes usos: vulgar, coloquial, culto o literario. La norma es el conjunto de reglas que determinan el uso correcto de la lengua en una época o zona geográfica concre­ta. El conocimiento de la norma lingüística desarrolla en los hablantes habilidades pragmáticas y comunicativas que le permiten de interactuar eficazmente diferentes contextos socioculturales.
    Habilidades lingüísticas: pragmáticas y comunicativas
Según Lomas (2006: 46-47) para escribir y hablar bien se debe considerar ap­titudes, habilidades y actitudes que correspondan a los contextos comunicativos. Es evidente que se debe conocer la gramática y el léxico, pero también se tienen que saber utilizar de manera pertinente. ¿De qué sirve saber cómo funcionan los pedales de un coche, si no se saben utilizar éstos con los pies?
De la misma manera se tiene que dominar las estrategias de producción textual: buscar ideas, hacer esquemas, hacer borradores, revisarlos. Estos aspectos están determina­dos por lo que pensamos y sentimos acerca de la escritura. El siguiente cuadro nos muestra estas tres dimensiones.
Conocimiento
Habilidades
Actitudes
Adecuación: Nivel de formalidad.
• Estructura y coherencia del texto.
Cohesión: Pronombres, puntua­ción.
• Gramática y ortografía
• Presentación del texto
• Analizar la comunicación.
• Buscar ideas.
• Hacer esquemas,
ordenar ideas.
• Hacer borradores
• Valorar el texto
• Rehacer el texto.
• ¿Me gusta escribir?
• ¿Por qué escribo?
• ¿Qué siento cuando escribo?
• ¿Qué pienso sobre escribir?

La columna de los conocimientos contiene una lista de las propiedades que debe tener cualquier producto escrito para que actúe como vehículo de comunicación. La columna de habilidades desglosa las principales estrategias de redacción que se ponen en práctica durante el acto de escritura. La tercera lista, la de las ac­titudes, recoge cuatro preguntas básicas sobre la motivación de escribir, que condicionan todo el conjunto.
     Habilidades orales y escritas
Todo el mundo tendría que poseer habilidades mínimas de expresión para poder defenderse en esta sociedad alfabetizada en la que nos ha tocado vivir. Esto es absolutamente posible, escribir es una técnica, no una magia.
La imagen social más difundida de la escritura es bastante raquítica y a menudo errónea. No todo el mundo califica como escritos lo que se elabora en el trabajo (informes, notas, programas), en la escuela (reseñas, apuntes, exámenes, traba­jos), para uno mismo (agenda, diario, anotaciones). Asimismo, se suele pensar siempre en la función de comunicar (cartas, cuentos). Por último, la escritura tiene muchas habilidades y se utiliza en contextos muy variados.
           Resumen del tema
Las señales: índices, íconos y signos son fuentes de la comunicación humana, generan comunicación y por ello, son formas de lenguaje. Así, los gestos, la danza, los figurativos de las culturas como: los tejidos, cerámica junto a los universales como las señales de tránsito y la lengua son formas de lenguaje.
Si se entiende como lenguaje a la facultad de comunicarnos se debe concebir a le legua como al sistema de sonidos creados por una comunidad de habla particular para relacio­narse entre sí e intercambiar significados, y como habla a la realización de este sistema social que es lengua. Como sistema social, la lengua es, en una sociedad, un aspecto de su cultura, y el habla entendida como el uso de la lengua, viene a ser un espejo de la identidad de las personas y de los pueblos. En el habla se manifiestan diferentes formas de uso lin­güístico por razones geográficas, sociales, situacionales y de estilo. Estos fenómenos son denominados variedades lingüísticas y registros.
En la mayoría de las comunidades del mundo se hablan varias lenguas. Por esta razón el bilingüismo y el plurilingüismo es un hecho sociolingüístico y cultural innegable. El bilingüis­mo ha sido definido como el dominio pleno, simultáneo y alternativo de dos lenguas; en el caso del plurilingüismo hace referencia al dominio de más de dos lenguas en ambos casos con las implicancias de pensamiento y valores que cada una de ella comportan.
La presencia de dos o más lenguas en Latinoamérica y particularmente en Bolivia, por los fenómenos de la conquista y coloniaje, dio lugar a una relación asimétrica entre ellas, que, a su vez, ha determinado niveles de poder y desigualdad. Los principios de intra e interculturalidad junto al de descolonización, hacen posible revertir esa realidad.



CUESTIONARIO DEL MÓDULO II


Pregunta 1
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Enunciado de la pregunta
Teniendo en cuenta las teorías más difundidas sobre el origen de las lenguas, lea con cuidado y diga si es verdadero o falso.

Los lingüistas concuerdan en que el lenguaje apareció por la necesidad de comunicarse. Habría un primer lenguaje de la época Neandertal que iría evolucionando a la actual con el Homo sapiens.
Seleccione una:

Verdadero
Falso
Pregunta 2
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Enunciado de la pregunta
Innumerables investigaciones realizadas acerca del origen de la lengua o el lenguaje plantean que:
Seleccione una:
a. Apareció en los grandes imperios antiguos como resultado de una cultura avanzada
b. Se origina en el periodo Homo habilis del desarrollo humano
c. No se sabe con certeza cuándo y cómo nacieron
d. Surgieron en las comunidades primitivas caracterizadas por realizar representaciones comunicarse.
Pregunta 3
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Selecciona la opción correcta.

Al ser humano le sirve el lenguaje para:
Seleccione una:
a. Trasmitir signos orales que no necesitan de la representación gráfica para ser comprendidos.
b. Enviar información por medios instintivos en los que no necesariamente se involucre su conciencia.
c. Comunicar sus pensamientos, sentimientos, sensaciones.
d. Expresarse gracias al esquema de reflejos condicionados e incondicionados que tiene su conciencia.
Pregunta 4
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Analiza el siguiente planteamiento y señala si es falso o verdadero

Un elevado número de lenguas no tiene representación literaria, muchas son simples variantes dialectales, un porcentaje muy alto se halla en proceso de desaparición o de asimilación y un buen número de lenguajes para ciegos y sordos, jergas profesionales o étnicas y variantes híbridas o pidgin quedan o no recogidos por los distintos informadores. Algunas apenas tienen hablantes, y éstos suelen ser ancianos; otras se hallan restringidas al ámbito religioso; muchas han dejado de ser maternas y han sido relegadas a un segundo plano como lenguas subordinadas de otras de mayor prestigio y uso. Las denominaciones de las lenguas o variantes dialectales de las que se tiene noticia alcanzan la cifra de 40.000, ya que muchas son conocidas por varios nombres o reciben el de las etnias que las hablan. Pero todas se derivan de un mismo tronco y de una misma raíz, por ello son hermanas.
Seleccione una:
Verdadero
Falso
Pregunta 5
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Enunciado de la pregunta
Los grandes movimientos migratorios del pasado se han reducido en los últimos mil años, propiciando el establecimiento de las fronteras modernas, la estabilización de sus respectivas comunidades y de sus lenguas.
Seleccione una:
Verdadero
Falso
Pregunta 6
Sin finalizar
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Enunciado de la pregunta
¿A qué llamamos variantes dialectales o variedades de la lengua o variedades lingüísticas?
Seleccione una:
a. Son realizaciones del lenguaje y constituyen el patrimonio de un grupo social determinado.
b. Constituyen un ideal que sirve de pauta y clasifica como registros los diferentes usos: vulgar, coloquial, culto o literario.
c. Son las diferentes manifestaciones del lenguaje representadas principalmente en lenguas, dialectos y estilos.
d. Aptitudes, habilidades y actitudes que correspondan a los contextos comunicativos.
Pregunta 7
Sin finalizar
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Enunciado de la pregunta
Diga si es verdadera o falsa la siguiente afirmación.

Las variantes diatópica y diastrática se producen en comunidades lingüísticas homogéneas, de una misma geografía y un mismo estrato social.
Seleccione una:
Verdadero
Falso
Pregunta 8
Sin finalizar
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Enunciado de la pregunta
Responde si es verdadero o falso este planteamiento. La diversidad lingüística, o sea la variedad de dialectos, registros o estilos, impide la unificación de una lengua e impide o retarda su desarrollo hasta hacerla desaparecer.
Seleccione una:
Verdadero
Falso
Pregunta 9
Sin finalizar
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Enunciado de la pregunta
¿Cuál es recurso mas usado por los hablantes para comunicarse?
Respuesta: 
Pregunta 10
Sin finalizar
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Responde la siguiente interrogante

¿A qué llamamos actos de habla?
Seleccione una:
a. Es el primer grado en la descripción de una lengua, pues se ocupa de las unidades más pequeñas del sistema: los sonidos
b. Al conjunto de conocimientos, técnicas, comportamientos y pensamientos que el ser humano aprende y transmite de generación en generación.
c. Al lenguaje que un individuo aprende y comparte con los otros individuos de la comunidad
d. A las acciones verbales que producen un mutuo entendimiento y que se realizan cooperativamente.
Final del formulario



EJERCICIO PRÁCTICO 2

Responda las siguientes interrogantes

1- ¿Cuál es el nombre correcto que debe recibir nuestra Lengua, español o Castellano?
     Explica tu respuesta con abundantes y razonados argumentos.

2- ¿A qué llamamos variantes dialectales o variedades de la lengua?


3- Compare las variantes diatópica y diastrática y determine semejanzas y diferencias.



Foro temático 2:


 ¿Por qué es considerado nuestro idioma uno de los más importantes e influyentes, en la actualidad?

7 comentarios:

marino dijo...

profesora: redaccion aun no me sale en el itla virtual.

Yo dijo...

Ten fe Marino v:

Ellian Alba Jiménez dijo...

Es considerado uno de los mas influyentes en la actualidad por una serie de factoes, entre los que puedo citar: La gran cantidad de personas que las hablan en el mundo, ser la tercera lengua mundial despues del ingles y el chino, la cantidad de paises en que el español es la lengua oficial o una de las mas habladas coexistiendo con otras, donde podemos destacar la Peninsula Iberica, latinoamerica y un porcentaje creciente en Estados Unidos fruto de la inmigracion.

Alan Yoel dijo...

El idioma español es sin lugar a dudas uno de los más importantes en la actualidad debido al alto porcentaje de la población mundial que lo habla, especialmente en zonas como América Latina y España. Se estima que las proyecciones futuras harán del español el lenguaje oficial hablado por más del 10 por ciento de la población en el año 2050, colocándose así entre los idiomas más importantes junto al inglés o al chino. Uno de los elementos que hacen que el español sea tan popular es el hecho de que es hablado en casi toda América como consecuencia de la conquista española. A diferencia de otros idiomas europeos como el francés o el alemán, el español se ha arraigado con sus formas particulares en cada uno de estos países y así ha sabido trascender las fronteras de su país original.

Unknown dijo...

bueno nuestro idioma es uno de lo mas importante en el mundo y en latino américa y por eso es considerado en la actualidad como el 3 idioma mas hablado en el mundo por de tras del ingles y el chino,ya que a diferencias de otros idiomas como el alemán o francés,el español se arraigado con sus formas particulares en cada uno de estos países y así ha sabido transcender
las fronteras de su país original,también el español a través de los años ha ido creciendo en parte como estados unidos a través de los inmigrantes.

Luis Fernando Méndez A. dijo...

El español es considerado uno de los idiomas más importantes e influyentes porque es la tercera lengua más usada en Internet y la segunda más utilizada en las dos principales redes sociales del mundo Facebook y Twitter, en Instagram no tanto porque regularmente las personas en esta red social se expresan más a través de fotografías y videos a diferencia de Facebook y Twitter que los usuarios lo hacen tambien de forma escrita. Otra razón es porque en un país como Estados Unidos los hispanos superan los 50 millones de personas en ese país.

cesar almonte dijo...

por que es uno de los tres idiomas mas comerciales y mas hablado en todo el mundo. ademas los países que hablan el idioma tiene grandes recurso que hace que países se sientan motivado a negociar con tales países y eso le añade mas importancia al mismo idioma

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